La Razón le preguntó al Deseo:
—¿Qué es lo que pretendes?
El Deseo se sinceró con la Razón:
—Lo que pretendo es decidir en todo momento
lo que quiero, y obtenerlo ¡inmediatamente!
—¡Ah! Eso lo llaman... como... como una
especie de... ¡¡¡Milagro!!!