Ocurre, a veces, que para hacer
algo que pretendemos, tiramos por el camino más difícil…
Habitualmente en estos casos: no
tiramos por el camino más difícil porque sea el más adecuado; sino porque, a
pesar nuestro: es el único que conocemos.
La buena suerte es una especie de azar que consideramos
benigno (aunque a veces, lo que tiene de benigno es sólo la punta de un iceberg
que no hemos considerado en su totalidad).