Una decisión es como una semilla. Si la llegamos a sembrar, irá
creciendo según la esencia de la semilla-decisión en sí, según el
"terreno", según cómo la cuidemos, según qué acontecimientos se desarrollen en todos los factores que le puedan afectar...
Y de que el que ha tomado
la decisión, siga viviendo.
Aunque hay decisiones que, desaparecidos quienes las tomaron, sus efectos perduran a lo largo de siglos... y milenios...
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