jueves, 25 de octubre de 2012

Las ovejas


 
 
 
 
Las ovejas, hambrientas, le dijeron al pastor:

-¡Queremos comer hoy, no mañana!

Y el pastor les dijo:

-Tranquilas... que las medidas que estamos adoptando lograrán que en muy poco tiempo crezcan brotes verdes tan grandes tan grandes, y tan sabrosos, que agradeceréis todo el tiempo que habéis esperado. Ya veréis, confiad en mí.

 

Al día siguiente, el pastor vendió su rebaño de obejas. Y éstas le dijeron al nuevo pastor:

-¡El anterior pastor nos prometió que íbamos a tener ya, en seguida, muchos brotes verdes y sabrosos!

Y el pastor, metiendo sus manos en el arrollo y agitándolas, les dijo:

-Yo me lavo las manos. No asumo compromisos asumidos por otros. Además, las condiciones ahora mismo son tan malas, que vais a tener que sufrir hambre durante mucho tiempo. Pero después... ya veréis cómo irá todo a mejor. Surgirán brotes verdísimos, sabrosísimos... Y os prometo que nunca jamás volveréis a pasar hambre.

 

Y así siguió la rueda por los siglos de los siglos.
 
 
 
 

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